Según una reciente encuesta significativa, los jóvenes australianos que dedican entre una y tres horas diarias a las redes sociales reportan resultados de salud mental parecidos o superiores en comparación con aquellos que utilizan menos las redes sociales, lo que indica que la moderación puede ser esencial.
El sondeo de Mission Australia recogió las opiniones de 17.480 jóvenes de Australia, de 15 a 19 años, y se lleva a cabo en el contexto del debate público acerca de la limitación del acceso a las redes sociales para los menores de 16 años.
Se espera que en Australia, en diciembre, se implemente la restricción de uso de las redes sociales para los menores de 16 años, incluyendo TikTok, Snapchat e Instagram.
El sondeo reveló que el 97% de los jóvenes afirman utilizar las redes sociales diariamente, el 38% invierte tres o más horas diarias y el 53% invierte entre una y tres horas diarias.
El reporte reveló que el 48% de individuos de diverso género manifestaron un uso intensivo de las redes sociales, en contraste con el 42% de las mujeres participantes y el 35% de los hombres participantes.
Los jóvenes que dedicaban entre una y tres horas a las redes sociales al día manifestaron sentirse más a cargo de sus vidas (61 %), en contraste con los usuarios de bajo consumo (59 %) y los de alto consumo (51 %). Los usuarios moderados también mostraron la misma tendencia a solicitar apoyo a sus padres que los usuarios de bajo consumo (63 %), en contraste con los usuarios de alto consumo (52 %), y manifestaron menos problemas para socializar (26 %) que los usuarios de alto consumo (28%).
Los individuos que reportaron un uso más intensivo de las redes sociales también reportaron tener un deterioro en su salud mental y bienestar, tales como tener inquietudes sobre el futuro, perder el control de sus vidas y sentirse aislados, halló el informe.
Esto aumentó entre los participantes de varios géneros que reportaron un elevado grado de angustia psicológica (64%) a un ritmo superior al de las mujeres (35%) y los hombres (20%).
Orygen, una organización de salud mental para jóvenes, afirmó que el informe proponía que la moderación era esencial en el uso de las redes sociales, sosteniendo que los usuarios moderados suelen exhibir un rendimiento superior o muy parecido a los usuarios bajos, «lo que sugiere que las redes sociales no constituyen, por sí mismas, un desafío para todos los jóvenes».

«Por supuesto, ha prevalecido una narrativa predominante de que el uso completo de las redes sociales es perjudicial para los jóvenes, pero en realidad, lo que hallamos es que a los usuarios moderados les resulta más favorable o similar a los usuarios poco activos», afirmó la Dra. Louise La Sala, principal escritora e investigadora de Orygen.
«Examinamos eso en relación a su percepción de dominio sobre sus vidas, la esperanza que poseían para su porvenir, la manera en que tenían mayor tendencia a aproximarse a familiares o amigos o a involucrarse en actividades deportivas.»
«Esto cuestiona la creencia que muchos de nosotros poseemos de que las redes sociales son intrínsecamente perjudiciales».
La Sala afirmó que individuos de diverso sexo frecuentemente buscaban comunidad, respaldo y conexión en espacios digitales. Sin embargo, el estudio no logró establecer si aquellos que sufrían más angustia dedicaban más tiempo en línea para buscar ayuda, o si el uso de más tiempo en línea estaba influyendo en dicha angustia.
Al establecer la restricción de las redes sociales, Anthony Albanese, el primer ministro, resaltó las ventajas de que los niños se mantengan alejados de estas plataformas para dedicar más tiempo al fútbol o al netball.
Sin embargo, el sondeo muestra que más del 55% del grupo que afirma dedicar más de tres horas diarias a las redes sociales se involucra en deportes.
Este porcentaje se incrementa al 67% tanto para el uso moderado como para el uso reducido de las redes sociales.
La Sala sostuvo que no contaba con suficientes pruebas para sostener que el uso de las redes sociales estaba reemplazando otras acciones.
«Existen numerosas plataformas o segmentos de Internet que estarán accesibles para los jóvenes».
Los participantes en la encuesta no serán impactados por la prohibición actual para menores de 16 años, dado que la mayoría ya tiene 16 años o más. El reporte sugiere incrementar la competencia digital para asegurar que, al implementarse la prohibición, los jóvenes de 14 a 15 años estén listos para explorar las redes sociales al afiliarse.
La Sala sostuvo que la prohibición no debería ser el último paso para lograr una mayor seguridad en las redes sociales para todos los usuarios.
No tiene importancia si tienes 16 o 26 años, no deberías exponerte a material perjudicial. La restricción representa un esfuerzo por atenuar algunos de estos perjuicios para los jóvenes, pero aún queda mucho por hacer y el debate no se concluye ahí.
A finales de julio, el gobierno federal recibirá un ansiado informe sobre la tecnología destinado a comprobar la edad de todos los usuarios de redes sociales y páginas web destinadas a adultos. Entonces, Anika Wells, la ministra de Comunicaciones, tiene la tarea de determinar a qué plataformas se implementará y qué tecnología se empleará antes de que la prohibición se implemente en diciembre.
Julie Inman Grant, la comisionada de seguridad electrónica, declaró el martes que había sugerido a Wells que la prevista eliminación de YouTube de las normativas no debería continuar.