Santa Claus

El daño invisible: cómo el COVID transforma nuestro cerebro

El daño invisible: cómo el COVID transforma nuestro cerebro
COVID: el impacto en nuestro cerebro.




La pandemia de COVID-19 ha impactado de manera significativa a nuestras vidas en muchos aspectos, pero hay un efecto menos visible que está comenzando a ser estudiado:

Los científicos de la Universidad de Colorado en Boulder han descubierto que el cortisol en el cerebro puede disminuir significativamente debido a las proteínas dejadas por el COVID-19, lo que aumenta las respuestas inmunitarias a los nuevos estresantes.

Para demostrar cómo los antígenos del SARS-CoV-2 permanecen en el cuerpo y afectan la función cerebral, esta investigación se centró en los síntomas neurológicos de la COVID prolongada. Los síntomas variados y graves de la COVID prolongada podrían explicarse por este efecto persistente, lo que indica posibles rutas para investigaciones y métodos de manejo de los síntomas.

Síntomas neurológicos de la COVID prolongada

Comprensión de las consecuencias a largo plazo del COVID-19 en el cerebro

Según una nueva investigación con animales realizada por científicos de la Universidad de Colorado en Boulder, las proteínas que deja el COVID-19 mucho tiempo después de la infección inicial pueden hacer que los niveles de cortisol en el cerebro caigan en picado, inflamen el sistema nervioso y preparen a sus células inmunes para reaccionar en exceso cuando surge otro factor estresante.

La investigación, publicada en la revista Brain Behavior and Immunity, revela nuevas perspectivas sobre los síntomas neurológicos del COVID prolongado, un síndrome que afecta hasta el 35% de las personas que contraen el virus.

Con los casos en aumento en 84 países y numerosos atletas de alto perfil dando positivo en los Juegos Olímpicos de París, los hallazgos se producen mientras el COVID hace un sorprendente regreso este verano.

El papel del cortisol en los síntomas persistentes de COVID-19

El autor principal, Matthew Frank, PhD, investigador asociado sénior del Departamento de Psicología y Neurociencia de CU Boulder, expresó: “Nuestro estudio sugiere que el nivel bajo de cortisol podría desempeñar un papel clave en muchos de estos cambios fisiológicos que experimentan las personas con COVID persistente”.

Los antígenos del SARS-CoV-2, las proteínas inmunoestimulantes liberadas por el virus que causa la COVID-19, permanecen en el torrente sanguíneo de los pacientes con COVID persistente hasta un año después de la infección, según investigaciones previas. Además, se han encontrado en los cerebros de los pacientes que han fallecido con COVID.

El equipo de investigación comparó a las ratas con un grupo de control después de inyectar un antígeno llamado S1 (una subunidad de la proteína «spike») en el líquido cefalorraquídeo de las mismas.

La reducción del cortisol y sus efectos

En el hipocampo, la región del cerebro relacionada con la memoria, la toma de decisiones y el aprendizaje, los niveles de corticosterona, una hormona similar al cortisol, disminuyeron en un 31 % después de 7 días en ratas expuestas a S1. Los niveles habían disminuido un 37% después de nueve días.

Según Frank, las ratas viven en promedio entre dos y tres años y dijo: “Nueve días es mucho tiempo en la vida de una rata”.

Según un estudio reciente, las personas con COVID persistente tienen niveles bajos de cortisol. Según las investigaciones, las personas con síndrome de fatiga crónica también lo experimentan.

Frank afirmó: “El cortisol tiene tantas características ventajosas que si se reduce puede tener una serie de efectos negativos”.

Respuesta inmune en ratas expuestas a factores estresantes

En otro experimento, los investigadores sometieron a varios grupos de ratas a un factor estresante inmunológico (una bacteria debilitada), y observaron su comportamiento, frecuencia cardíaca, temperatura y células inmunes en el cerebro, las células gliales.

Con cambios más marcados en la alimentación, la bebida, el comportamiento, la frecuencia cardíaca, la temperatura corporal central, la neuroinflamación y una activación más fuerte de las células gliales, descubrieron que el grupo de ratas que había estado expuesto previamente a la proteína S1 de COVID respondió mucho más fuertemente al factor estresante.

Implicaciones para los cuidados de larga duración con COVID-19

“Por primera vez, demostramos que la exposición a los antígenos que deja este virus puede alterar la respuesta inmunitaria del cerebro, lo que hace que reaccione exageradamente a los factores estresantes o a las infecciones posteriores”, afirmó Frank.

Es importante destacar que la investigación se llevó a cabo en animales y que se requieren más estudios para determinar si un bajo nivel de cortisol podría causar síntomas de COVID prolongados en las personas y de qué manera.

Sin embargo, él sostiene que el proceso podría ser más o menos de esta manera: el cortisol, que controla las respuestas inflamatorias a los factores estresantes en el cerebro, se reduce por los antígenos de COVID. La respuesta inflamatoria del cerebro se desata sin límites una vez que surge un factor estresante, ya sea un mal día en el trabajo, una infección leve o un entrenamiento intenso. Los síntomas graves vuelven con fuerza.

Fatiga, depresión, insomnio, confusión mental y problemas de memoria son algunos de ellos. Frank expresó su duda de que los tratamientos con cortisol por sí solos sean una solución efectiva para la COVID prolongada, ya que tendrían una serie de efectos secundarios y no llegarían a la causa raíz. Por el contrario, los resultados indican que identificar y reducir una variedad de factores estresantes podría ser beneficioso para regular los síntomas.

Fatiga, depresión, insomnio, confusión mental y problemas de memoria

Procurando soluciones

Según sugiere, también podría ser una estrategia interesante examinar la eliminación de la fuente de antígenos, incluyendo los reservorios de tejidos donde siguen ocultándose fragmentos del virus.

La PolyBio Research Foundation, una fundación sin fines de lucro, proporcionó fondos para el estudio. Más investigaciones están en marcha.

“Este síndrome debilitante afecta a muchas personas. Frank dijo: «Esta investigación nos ayuda a entender qué está sucediendo a nivel neurobiológico y qué función puede desempeñar el cortisol.»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Reproduce nuestra música (EN VIVO)

Pin It on Pinterest

Share This